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Reunión caliente en el bloque radical: De Loredo defendió a los libertarios y los de Manes se fueron furiosos
Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Pablo Cervi y José Federico Tournier, los cinco libertarios del radicalismo, pudieron salvarse este martes de la expulsión que promovían los diputados que responden a Facundo Manes en el bloque de la UCR, respaldados por la desafiliación anunciada por la Convención Nacional del partido.
Durante una nueva reunión de bloque intensa, Rodrigo De Loredo logró neutralizar los argumentos de sus rivales internos. De hecho, el formoseño Fernando Carbajal abandonó el salón a los pocos minutos de iniciada la discusión. “Me retiré porque De Loredo dice que no hay nada que reordenar”, dijo.
Casi al mismo tiempo, los legisladores que se sacaron la foto con Javier Milei se disponían para partir rumbo al asado con que el Presidente pretendía agasajarlos por blindar el veto para anular el aumento a los jubilados votado por el Congreso. De Loredo pudo atajar a tres de los cuatro radicales: Campero estaba incontenible y salió disparado para llegar a tiempo a Olivos, después de hacer uso de la palabra y jactarse de la cita a la que acudiría un rato mas tarde.
Arjol y Cervi, por su parte, no fueron, mientras que Picat se encontraba en Córdoba por razones familiares.
El misionero, sin embargo, habría sido protagonista de una escena que llenó de ira a Pablo Juliano, mano derecha de Manes en el recinto. Según fuentes del bloque, Arjol solicitó un micrófono y pasó un un audio de Gastón Manes, hermano del neurocirujano y presidente de la Convención de la UCR, en diálogo con un dirigente de la provincia mesopotámica, reclamando que se apoye la expulsión de los radicales mileístas.
La acción provocó la furia de los seguidores de Manes pero Arjol no se detuvo. Compartió a todo volumen la supuesta resistencia del interlocutor del referente partidario, bajo el argumento de que también Martín Lousteau votaba distinto a la conducción de su bloque en el Senado, y la respuesta final de Manes, a quien con picardía llamó primero “Gonzalo” y luego “Gustavo” para denotar que nadie lo conoce. En el último audio de ese intercambio, Manes habría asumido que el apartamiento de los cinco díscolos que fueron a Casa Rosada era una cosa pero impugnar a Lousteau le complicaba su “perfil” para conducir la UCR bonaerense.
En ese instante, Juliano habría estallado por la jugada, cargada de indiscreción. Sin embargo, desde un despacho equidistante entre ambos polos radicales advirtieron que las listas radicales cerraron antes que Campero y sus colegas se aliaran a Balcarce 50.
Por otra parte, una de las legisladoras que pretendía que se rediscutieran las autoridades del bloque se retiró de la reunión decepcionada. “Algunos nos fuimos frente a la intolerancia por las distintas opiniones”, acusó, y agregó: “quedaron diez dándose la razón entre sí y después los de Milei se fueron a comer asado”.
El formoseño Fernando Carbajal
LPO había anticipado que De Loredo, por decoro al menos, les iba a plantear a los colegas suyos que se entusiasmaron con la cercanía de Milei que no asistieran a la Residencia Presidencial de Olivos. Uno de los invitados a la cena había admitido que evaluarían su presencia a partir de la discusión en el bloque. El cordobés y Karina Banfi disuadieron a tres pero no pudieron con el tucumano Campero.
Fuentes parlamentarias, indicaron que la discusión comenzó con tan solo 15 integrantes del bloque presentes y enseguida quedaron 14, por el portazo que dio Carbajal. En otras oficinas radicales, dijeron que eran más.
La furia de los seguidores de Manes era total. La impotencia también: “es una vergüenza lo que pasa, no acusan recibo”, se quejó uno de ellos.
Las versiones de tensión y ruptura retumban en esa bancada cada vez con más fuerza pero, por ahora, solo 11 empujan un cambio de autoridades o la expulsión de los “radicales con peluca”, como los bautizaran en la Cámara Baja en referencia Milei. Los otros 22 integrantes bloquean la iniciativa de sus rivales internos. “Nadie se va todavía”, decía un radical del interior, mientras que otro sentenciaba que “el bloque ya está todo roto”.
Cerca del titular de la bancada, hasta se habían permitido bromear con que si lo desplazaban de la conducción del bloque le harían un favor. “Rodrigo sale a morder porque está en el medio de todos”, se excusaron.
Facundo Manes
Al mediodía se especulaba con una inexorable ruptura del bloque radical en la Cámara Baja. Sin embargo, la escasa cantidad de miembros en la reunión conspiraba contra una definición seria.
En declaraciones a LN+, Picat reconoció que “hace 8 meses que se viene dialogando”, un período de tiempo que coincide con las primeras tensiones por la votación de la versión original de la Ley Ómnibus. “Ha sido una complicación que los 34 diputados votemos de la misma manera porque evidentemente tenemos posiciones distintas, electorados distintos y orígenes distintos”, asumió.
Tan es así que una legisladora admitió: “ya se verá qué vamos a hacer con el bloque”.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más