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Redrado advierte los riesgos para el sistema del crecimiento de los prestamos en dólares
El régimen de regularización de activos produjo un incremento exponencial de los depósitos en moneda extranjera. Esto no solo tuvo un impacto relativo en el nivel de reservas brutas sino que potenció de manera notable el financiamiento en dólares al sector privado.
Las empresas lograron una ventana única para obtener financiamiento a tasas bajas o, al menos, mucho más bajas que las que podría por el momento lograr el propio Gobierno. A tal punto que el volumen de colocaciones ya supera el récord de los últimos 10 años, anotado en 2017 bajo la gestión económica de Mauricio Macri y su entonces ministro de Finanzas, Luis Caputo. El volumen total de Obligaciones Negociables colocadas (ON) se disparó un 30% y alcanzó los USD 7.500 millones antes de terminar el año.
Las alertas sonaron cuando la semana pasada El Banco Central modificó los requisitos de capital mínimo para las financiaciones en moneda extranjera. al reducir las exigencias de capital para las financiaciones en moneda extranjera, las entidades financieras podrían tener mayor margen de maniobra para otorgar créditos en moneda dura.
“Se facilita la concesión de créditos en dólares. El objetivo es precisamente incentivar estos préstamos, movilizando los USD 20 mil millones que ingresaron por el blanqueo”, observó Sebastian Menescaldi, economista en jefe de EcoGo.
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Desde la Fundación Capital salieron al cruce al destacar que regulación indica que solo se le puede entregar un préstamo bancario en dólares a aquellos que los generen, como el caso de los exportadores.
“Debe tenerse extremo cuidado en mantener las normas macroprudenciales. Hay que evitar ‘el pan para hoy y hambre para mañana’ de una flexibilización en el otorgamiento de préstamos en dólares, muy tentadora para acelerar y maximizar el crédito, con su impacto en la suba de reservas netas”, sostiene un informe de esa fundación.
El presdiente del banco Central, Santiago Bausili.
El think thank que conduce Martin Redrado trazó un agudo paralelismo con el 2001: “Basta con recordar los préstamos hipotecarios en moneda extranjera durante la Convertibilidad, su posterior pesificación y consecuencias que implicaron. En este punto, vale señalar que si bien las Obligaciones Negociables no poseen este limitante macroprudencial, tampoco tienen efecto sobre el sistema bancario, ya que se trata de contratos entre privados”.
Un experimentado operador del sistema financiero agregó a LPO: “En la víspera del corralito, en diciembre 2021, no había brecha cambiaria. El sistema financiero colapsó porque la liquidez era insuficiente para sostener el precio del dólar a un peso. Fundamental fue el rol que jugó la presión de los créditos en moneda dura”.
Los hombres de la bolsa hacen sus cuentas. “Las empresas se endeudan a un dólar que hoy vale menos de $1100 pesos. El problema es cuando se tengan que devolver: A cuantó se irá?”, deslizó con picardía otro operador del mercado.
El razonamiento es clave y refleja una de las piedras contra las que tropieza la economía argentina. “El financiamiento en dólares que demanda la economía local, dispara los costos ante un posible salto devaluatorio producto de factores tanto exógenos como endógenos. Cualquier devaluación se traslada a una cuenta imposible de pagar por la promiscua relación entre peso y dólar”, agregó a LPO un ex funcionario del Palacio de Hacienda .
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más