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Karina aprovechó la jura del Senado para hacer una demostración de poder
Karina Milei se hizo presente en la jura de los nuevos senadores para hacer una demostración de poder y tuvo un sugestivo chispazo con Victoria Villarruel.
La vicepresidenta le negó a Karina el palco central, donde se ubica en cada apertura de sesiones la orquesta que interpreta el himno mientras un senador designado iza la bandera en el recinto.
Con ese gesto se consumó un capítulo más del enfrentamiento entre Javier Milei y la Vicepresidenta, que había imaginado un relanzamiento de su figura con ambiciones electorales para después de octubre pero el saldo de los comicios enfrió los planes.
La confrontación entre ambas damas se libró a través del personal de Protocolo y Ceremonial de la Cámara Alta y la Secretaría de la Presidencia. Fuentes al tanto del choque dijeron a LPO que Karina mandó a su equipo a reclamar el lugar más importante para seguir la ceremonia pero desde el entorno de Villarruel no fueron permeables al pedido.
De hecho, la hermana del Presidente tuvo que esperar de pie un buen rato, en la entrada del primer piso de las gradas, hasta que los agentes de seguridad le garantizaran un espacio para ella, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el subsecretario de la Presidencia, Lule Menem.
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Ese lugar de la cámara suele estar lleno de periodistas y fotógrafos en la previa de las sesiones pero se vuelve particularmente tumultuoso, cuando se producen eventos importantes y el palacio está minado de custodios. Por eso, Karina y su séquito tuvieron que desfilar por un angosto pasillo hasta llegar a un palco ubicado a la derecha del recinto, aunque no esquinado.
En su trayecto hasta los asientos que les ofrecieron, la comitiva de Casa Rosada pudo observar que Villarruel había mantenido en el palco central a la orquesta, una formación de cuerdas que hace las delicias de la Vicepresidenta y, por esa razón, se rehúsa a cambiarle el sitio.
Villarruel en el recinto.
Sin embargo, el espacio fue raudamente ocupado por el gabinete de Villarruel una vez que la banda terminó la ejecución del himno. Tal vez porque la naturaleza le tiene horror al vacío, la Vicepresidenta habría dado la orden para que sus asesores se sentaran allí cuando los músicos metieran violín en bolsa.
Ese palco central que Karina quiso y Villarruel retaceó es el mismo donde se sentaban los villarruelines, ese grupo de jóvenes leales a la Vice liderados por el cocinero Juan Martín Donato, ex director de Atención Ciudadana y jefe de la Derecha Argentina.
Fuentes parlamentarias comentaron a LPO que Donato y sus amigos se sentaban ahí a pedido de Villarruel. “Ella les dijo que le gustaba levantar la mirada, mientras estaba en plena sesión, y verlos a ellos”, dijeron.
Como sea, la confrontación velada indica que la tensión no se disipa. “Ninguna de las dos va a aflojar y en cualquier momento puede terminar mal”, deslizó ante LPO una fuente del gobierno que conoce muy bien a ambas.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más
