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El alineamiento de Llaryora con Milei expande la incomodidad del peronismo cordobés
“Es una ley que ha cambiado muchísimo, está bastante acorde a lo que planteamos desde Córdoba, y está para acompañar”. Así, Martín Llaryora notificó al peronismo cordobés de su alineamiento con Javier Milei, una decisión que genera “desconcierto” hacia dentro del Gobierno, aunque no haya funcionarios que quieran expresarlo en público con la vehemencia que lo hacen en privado.
No hay margen para salirse del libreto. De hecho, Juan Schiaretti, en Nueva York, dijo que el PJ de Córdoba “está dispuesto a darle la oportunidad de gobernar” a Milei, “la misma oportunidad que se le dio a Mauricio Macri y a Alberto Fernández”, aclaró el ex gobernador, avalando el alineamiento dispuesto por el mandatario provincial.
“La situación de incomodidad absoluta: sabemos que al ajuste demencial lo pagarán nuestros votantes, los más humildes”, dice un privado un dirigente del peronismo que en público reclama “acompañar de manera constructiva al Presidente”.
El aval de Llaryora y Schiaretti a Milei generó reacciones hacia dentro del peronismo cordobés. Tania Kishakevih, ex delasotista enrolada en las huestes de Sergio Massa: “El colaboracionismo de Schiaretti con el gobierno del lunático y destructivo Milei se puede explicar sólo de dos maneras: o hay negocios o hay indignidad. Schiaretti avergüenza al peronismo cordobés”, escribió la massista. El posteo hizo ruido.
El “desconcierto” por el apoyo de Llaryora y Schiaretti a Milei abarca a todo el peronismo. En ese marco, Natalia de la Sota parece decidida a desmarcarse. Ya lo hizo en enero, cuando votó en contra de la fallida ley ómnibus. Desde entonces, juega líbera.
En ese marco, De la Sota se reunió con 120 científicos del reconocido Instituto Ferreyra, que tras 77 años de trayectoria está a punto de desaparecer por la falta de financiamiento del Conicet. De la Sota intentará interceder ante Llaryora para obtener algún mecanismo de subsistencia ante el recorte. Es una forma de dejar expuesto qué está avalando Llaryora con su alineamiento.
120 científicos del @InstFerreyra con la incertidumbre de no saber cómo seguir. Cuentan con presupuesto para funcionar un mes más. Una institución con 77 años, de prestigio mundial. Dependen de fondos que el gobierno nacional no transfiere al @CONICETDialoga ni a la @unc_cordoba. pic.twitter.com/ZzDAFAA3Xj
— Natalia de la Sota (@NataliaDLSok) April 8, 2024
Es una situación inédita para el peronismo cordobés: la mansedumbre ante el cierre del grifo nacional. Llaryora no parece por ahora dispuesto a ir hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación para reclamar por los fondos de la Anses que no llegan a la Caja de Jubilaciones. Mucho menos, como hizo De la Sota en 2012 ante una situación análoga, crear una tasa vial para solventar el desfinanciamiento.
Con resignación, en El Panal calculan que este año, pese a alinearse con Milei, Llaryora no recibirá 188 mil millones de pesos del Gobierno nacional: 150 mil millones que deberían ir para la Caja de Jubilaciones, 26 mil millones del incentivo docente y 12 mil millones de subsidios al transporte.
“Un recorte que se da mientras se tensiona el sistema de salud, crece la demanda en comedores escolares y populares, hay más gente en situación de calle y cae la recaudación de ingresos brutos por el parate de la actividad”, dice un peronista incómodo por tener que explicar el apoyo de Llaryora a Milei.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más