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Chiqui Tapia le suma tensión a la disputa con Fassi y cierra con Artime en Belgrano
Las reuniones fueron varias. Una de las últimas se concretó en Río Cuarto hace algunos días cuando hasta allá viajó el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia para la inauguración de varias obras en el club Estudiantes de aquella ciudad. Donde, entre otros cortes de cintas, los más importantes fueron la inauguración de la “Ciudad Deportiva Pablo Aimar”; y la cancha de 11 de césped sintético, con el nombre del mandamás de AFA. Ambos presentes en la fiesta del sur cordobés en plena ebullición por la elección municipal de junio.
Hasta allá se fue el actual presidente de Belgrano, Luis Fabián Artime -de él se trata-, a buscar la bendición final que le permita continuar un período más en la conducción del club de Alberdi y sin el respaldo de una buena porción de empresarios y dirigentes de la política cordobesa que cerraron filas con el exgoleador hace unos años para ganarle la elección a otro peso pesado: el reconocido empresario Armando Pérez, la pata dirigencial del épico 2011 que mandó al descenso a River.
Los contactos entre Tapia y Artime fueron varios; y en muchos, uno de los que articuló fue el presidente de Instituto, Juan Manuel Cavagliatto. Desde hace rato, el hombre y primer referente de “Chiqui” en Córdoba; reconocido en el mundo del fútbol por tener en el vestuario de los árbitros en Alta Córdoba una gigantografía del presidente de AFA. Como para que no queden dudas del vínculo.
Lo novedoso de las últimas horas es que, al cierre de listas en Belgrano para las elecciones del 28 de abril, se presentó únicamente la boleta encabezada por Artime. Quien llegó sin el respaldo que antes le habían dado empresarios y políticos.
Cuando Artime olfateó esa soledad, hizo los deberes, se acercó a Tapia en el momento indicado y hoy el mandamás de AFA se mueve con un jugador más en el tablero de los que rechazan las SADs. El objetivo, según indicaron en varias conversaciones desde despachos importantes del fútbol argentino a Córdoba, es aislar a Andrés Fassi, el presidente de Talleres y una de las voces que levanta la bandera de las sociedades anónimas en el fútbol.
Un cacique del interior de buena relación con el expresidente Mauricio Macri y con la canciller Diana Mondino, además de abrevar en varias ideas de los libertarios. Y quien, en las últimas semanas se convirtió en el blanco predilecto de Pablo Toviggino, la mano derecha de Tapia, que le disparó a él y a Juan Sebastián Verón, ambos respaldados por Daniel Scioli desde el Gobierno.
“El Pacto de Mayo en Córdoba va a ser clave porque ahí va a salir lo de las sociedades anónimas en el fútbol y Tapia entendió que era mejor que Artime se sumara a los propios antes de seguir desayunando con Fassi como ocurría hasta hace unos meses”, confió a LPO un hombre que conoce la vida política de Belgrano.
Entramado complejo que hace tres años llevó a Artime al poder con el respaldo de empresarios como Antonio Mariano, Héctor Baistrocchi, Héctor Gennaro, Diego Merlino y Pablo Siciliano; y parte de la política como el radical Juan Negri y el peronista Rodrigo Rufeil. Salvo el empresario de los supermercados Mariano, ninguno quedó en el nuevo armado de Artime que apaña Tapia.
Baistrocchi, hombre de buena relación con Fassi y con lazos al exintendente Ramón Mestre vía el influyente exfuncionario Pablo Ostanelli, fue uno de los que primero pegó el portazo y después le siguieron varios. Incluso, el hijo de Mario Negri que también quedó afuera del club.
No eran pocos los radicales que se habían entusiasmado con Artime como un outsider para renovar el partido en alguna escala electoral, pero se fueron desencantando en la gestión. Más ahora que Artime se sumó al equipo de Tapia, un colectivo que hace rato tiene sentado en el primer asiento a Cavagliatto, el ‘1′ de Instituto que toca varias teclas de la política cordobesa.
De diálogo con el gobernador Martín Llaryora, el arco sindical y el empresariado, Cavagliatto es uno al que el sistema sondea hasta para saber, incluso, cuando conviene asistir o no para la foto en cada desembarco de Tapia a Córdoba y hasta ‘achicar’ con despachos de AFA por otras definiciones.
Artime, por su parte, cerró con patas de la política igual. La llaryorista Miriam Aparicio repite en la lista, al igual que Alejandro Moyano, el exfiscal general de la provincia y un tipo con línea directa con otro hincha de Belgrano clave: el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros.
El que quedó afuera, aparte de los mencionados, es el secretario de Transporte provincial, Marcelo Rodio. En varios momentos el llaryorista coqueteó para entrar en la vida política del club, a veces hasta en un acuerdo con el ex Arba, Santiago Montoya, pero siempre quedó al margen. En esta última ocasión, hubo nuevamente un pedido de Llaryora, aunque no se lo descarta para adelante.
Será otro momento. Incluso, probablemente para el fútbol. Ahora, “Chiqui” cerró un aliado para salir a chocar con las SADs, ramifica en Belgrano y arranca la fase de aislamiento a Fassi. Quien, hasta intentó seducir a Artime con un ‘Mundo Belgrano’, el know how de la ciudad deportiva que tiene la entidad de Barrio Jardín como ‘Mundo Talleres’ y plafón que la política mira desde hace rato, por fuera de los límites de la política en los clubes.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más