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Israel lanzó más de 300 misiles a Siria por primera vez en 40 años
El Ejército de Israel ha llevado a cabo más de 300 bombardeos contra objetivos en Siria desde la caída del régimen de Bashar al Assad durante la jornada del domingo, según ha indicado este martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, incluidos nuevos ataques aéreos a primera hora de este martes.
Israel realizó un ataque contra los sistemas armamentísticos sirio y desplegó tropas al sur, en la frontera con Siria pero aclaró que será temporal hasta que se aclare el escenario tras la caída de Al-Assad.
El observatorio registra un total de 310 bombardeos perpetrados por las fuerzas israelíes desde la huida de Al Assad de Damasco y ha indicado que los últimos bombardeos han sido lanzados contra “empresas de defensa” en Alepo y “almacenes de armas y municiones” en la capital, sus alrededores y la provincia de Hama.
El Observatorio ha subrayado que entre las instalaciones atacadas figura un centro de investigación situado cerca de Damasco y supuestamente vinculado al programa de armas químicas de Siria, unas instalaciones situadas en Barzé que ya fueron bombardeadas en 2018 por Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
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Fuentes militares citadas por el diario israelí The Times of Israel confirma que la Armada ha llevado a cabo una operación a gran escala para destruir la flota siria con ataques contra buques en la bahía de Minet al Beida y el puerto de Latakia, sin que los grupos que han tomado el poder en Siria se hayan pronunciado sobre estos ataques.
El Observatorio ha manifestado además que las tropas israelíes han seguido penetrando en territorio sirio y han llegado a los alrededores de la localidad de Ain al Tina y Ain al Alika, cerca de Hadar y a unos 25 kilómetros de la capital siria, sin que el Ejército de Israel haya confirmado este extremo.
La Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación, también conocida como FNUOS, ya recordó el lunes a Israel que la entrada de sus tropas en la llamada “zona de amortiguación” en los ocupados Altos del Golán es una “violación” del acuerdo de retirada de 1974.
Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kipur (1973) y que se anexionó de forma efectiva en 1981, un movimiento no reconocido por parte de la comunidad internacional, pese a lo cual el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el lunes que los Altos del Golán “serán siempre una parte inseparable de Israel”.
Apenas horas antes, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había ordenado al Ejército completar la consolidación del control de la “zona de amortiguación” creada más allá de los ocupados Altos del Golán y la creación de una zona de seguridad libre de armas estratégicas e “infraestructura terrorista” en el sur de Siria.
Así, reclamó al Ejército que actúe para eliminar “armas estratégicas” presentes en Siria, incluidos misiles tierra-aire, sistemas antiaéreos, misiles de crucero y proyectiles tierra-tierra, para evitar que caigan en manos de grupos que puedan ser hostiles a Israel tras la caída de Al Assad, quien ha huido a Rusia.
El sociólogo y especialista en Medio Oriente, Kevin Ary Levin, dijo a LPO que “Israel ve en esto una oportunidad, y potencialmente también riesgos. La avanzada israelí en el sur de Siria tiene que ver, en primer lugar, con el establecimiento de un cordón sanitario que permita alejar las zonas de población civil en el norte del país (que por estos días intentan repoblar después de la evacuación masiva de los últimos meses por el conflicto con Hezbollah) de cualquier zona ocupada por fuerzas hostiles. Se cree también que la zona puede tener depósitos de armas e instalaciones militares, sumadas a la ventaja geográfica del Hermón sirio, que hace que la zona se vuelva un interés estratégico israelí en estos días de incertidumbre”.
“Netanyahu grabó un discurso de celebración, porque necesita señalar esto como una oportunidad para Israel (y como un éxito propio), pero no hay garantías de que lo que surja en el lugar de Assad sea un gobierno más amistoso con Israel. Por lo tanto, estos avances buscan aprovechar el caos interno en Siria para mejorar la posición de Israel ante los escenarios potenciales más hostiles”, agregó.
Para Levin “hay, a corto plazo, mucho para celebrar en Jerusalén, dado que dentro del eje de aliados iraníes, tres recibieron golpes significativos: Hamas en Gaza, Hezbollah en Irán y ahora Assad se va de Siria. Pero el crecimiento en la influencia regional de Erdogan, a partir del deterioro de las relaciones entre Israel y Turquía de los últimos años, no es necesariamente buena noticia para Israel. A Israel le servía tener un Assad debilitado, pero no necesariamente un cambio de poder en Siria”.
“Con Assad mirando para adentro, uno de los vecinos tradicionalmente hostiles de Israel quedó desactivado como un frente de conflicto, permitiendo a Israel enfocarse en otros frentes. A Israel le hubiese gustado ver una Siria moviéndose más para el lado de Emiratos Árabes y Arabia Saudita, pero las características de estos grupos rebeldes (de quienes todavía no sabemos cómo van a gobernar, o qué tendencias se van a imponer dentro de la alianza heterodoxa de fuerzas rebeldes) lo dejan como un escenario improbable”, apuntó.
Por último, Kevin Ary Levin, palabreo que “desde la perspectiva de que todo revés iraní es una avanzada israelí, sí. Pero más a largo plazo, hace falta ver cómo una nueva Siria se inserta dentro del orden regional e internacional. Esta nueva situación – no sólo el fin de la alianza Irán-Siria, sino también el caos interno propio de la transición – le da a Israel una nueva oportunidad de transformar la situación en el terreno en términos defensivos”.
“Pero mientras continúe la guerra en Gaza, esta nueva posición difícilmente se pueda traducir en un proceso diplomático con los países vecinos, o un nuevo orden político de carácter más estable”, finaliza.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más